En 1898 llegó a Argentina el Marchigiano Nicola Catena con su ancestral tradición de conservar los vinos por sus propios taninos, madurados en vasijas de barro. "La Marchigiana" rinde homenaje al legado de los vinos caseros naturales y libres de sulfitos con esta producción muy limitada de Criolla Chica, fermentados y envejecidos en vasijas de barro donde se gana cuerpo y longevidad a través del contacto prolongado con las pieles.
El diseño de la etiqueta está basado en el diseño original utilizado por Nicola Catena para el vino a granel transportado en barricas de roble que se vendían en restaurantes y almacenes de Buenos Aires a principios del siglo XX.
El uso de tinajas nuevas fue la única concesión a la tecnología moderna, que combinadas con ancestrales técnicas naturales de vinificación, crean un vino de rica textura, resultado del tiempo que pasa macerando los hollejos en las tinajas. La ausencia de sulfitos añadido aumenta los aromas propios de la variedad, generando vinos frescos y ligeros.
Composición Varietal: 100% Criolla Chica.
Color: Rosado oscuro, intenso, brillante.
Aroma: A cerezas, durazno, notas cítricas y toques especiados.
Sabor: En boca se presenta de cuerpo medio y marcada acidez. Es seco, fresco y concentrado.
Crianza: 8 meses en tinajas de barro.
Sugerencias: Combina muy bien con platos de carnes blancas asadas con especias, pastas con salsa rosa.
Temperatura de servicio: Entre 12° y 14 °C.
En 1898 llegó a Argentina el Marchigiano Nicola Catena con su ancestral tradición de conservar los vinos por sus propios taninos, madurados en vasijas de barro. "La Marchigiana" rinde homenaje al legado de los vinos caseros naturales y libres de sulfitos con esta producción muy limitada de Criolla Chica, fermentados y envejecidos en vasijas de barro donde se gana cuerpo y longevidad a través del contacto prolongado con las pieles.
El diseño de la etiqueta está basado en el diseño original utilizado por Nicola Catena para el vino a granel transportado en barricas de roble que se vendían en restaurantes y almacenes de Buenos Aires a principios del siglo XX.
El uso de tinajas nuevas fue la única concesión a la tecnología moderna, que combinadas con ancestrales técnicas naturales de vinificación, crean un vino de rica textura, resultado del tiempo que pasa macerando los hollejos en las tinajas. La ausencia de sulfitos añadido aumenta los aromas propios de la variedad, generando vinos frescos y ligeros.
Composición Varietal: 100% Criolla Chica.
Color: Rosado oscuro, intenso, brillante.
Aroma: A cerezas, durazno, notas cítricas y toques especiados.
Sabor: En boca se presenta de cuerpo medio y marcada acidez. Es seco, fresco y concentrado.
Crianza: 8 meses en tinajas de barro.
Sugerencias: Combina muy bien con platos de carnes blancas asadas con especias, pastas con salsa rosa.
Temperatura de servicio: Entre 12° y 14 °C.